Brenda tenía una mirada profunda,
áspera, un tanto pérdida y confusa y triste y sola y, en su mirada habitaba la
desesperanza, el desamor. Pero no hablo de Brenda, es Brenda la que habla
conmigo cuando me reflejo en sus ojos, y mis ojos son los de ella; hablo de mi
hablando de ella, de mis ojos tristes que ella ve. Es de noche en sus ojos, las
pupilas son “la compu”, Brenda es mi reflejo en la pantalla, el clic izquierdo,
una nube borrosa de datos Microsoft. Es la pantalla en la que doy clic izquierdo
pa ver pupilas pixeles, en traducción datos Brendanonche.jpg, y me topo con el
reflejo de mis pensamientos ojos. Ahora dejo que se vaya en Harware para
conservarla en Software y atormentar mi memoria RAM. Blasfemo rastros de código
binario en codificación Word para sosegar el virus de las entrañas y me sumerjo
en HTML conectado a la Web con la esperanza de hablarle en mis signos perdidos,
confusos, tristes, solos, distantes, y hablo de ella hablando de mí, aunque
ahora sólo sea yo queriendo hablar de ella hablando de mí.
By: OGA
PD. Años sin publicar nada, aquí sigo.